Realizamos cirugías mínimamente invasivas articulares, previa evaluación para tratar lesiones meniscales, ruptura de ligamentos cruzados de rodilla, lesiones de manguito rotador

HOMBRO DOLOROSO

El hombro es la articulación con más movilidad de todas las existentes en el cuerpo humano y por ello, la más propensa a presentar problemas o lesiones. Su función más importante es llevar la mano a la posición en la que ésta debe trabajar. El hombro no está formado por una única articulación, sino por varias, junto con un número importante de otras estructuras como son músculos y tendones; todas éstas pueden lesionarse y producir dolor.
El síndrome se hombro doloroso se define como aquel dolor que se sitúa en la región del hombro y aparece con algunos movimientos del brazo, siendo una de las consultas médicas más frecuentes, y llegando a afectar hasta el 25% de la población en algún momento de la vida. Es más frecuente en personas de edad avanzada o que realizan trabajos pesados.

A pesar de ser una patología bastante frecuente, las causas que producen el dolor no son siempre bien conocidas y puede deberse a lesiones propias de la articulación, de los músculos y tendones o de los ligamentos que la componen. En algunas ocasiones, lesiones más distantes a la articulación también producen dolor en dicha zona.

SINDROME DE MANGUITO ROTADOR

El manguito rotador está localizado en la articulación del hombro y lo conforman músculos y tendones. Su función es ayudar a que el hombro se pueda mover y mantenerlo estable. Los problemas del manguito rotador son comunes e incluyen tendinitis, bursitis, así como desgarros.

Los tendones del manguito rotador se pueden inflamar por el uso frecuente o el envejecimiento. A veces se lesionan por traumatismos, ya sea en una caída sobre la mano extendida o por deportes o trabajos que incluyen repetidos movimientos de cabeza. El envejecimiento también hace que los tendones se desgasten, pudiendo ocasionar desgarros.

Algunos desgarros pueden ser asintomáticos, pero otros, muy dolorosos. El tratamiento para el síndrome del manguito rotador va a depender de la edad, el estado de salud, qué tan severa es la lesión y qué tanto tiempo lleva roto. Muchas patologías del hombro requieren tratamiento quirúrgico mediante una artroscopia.

ARTROSCOPIA DE HOMBRO

La artroscopia de hombro es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que permite acceder y tratar muchas lesiones y enfermedades de las diversas estructuras que componen dicha articulación. El acceso se realiza mediante 2 o 3 pequeñas incisiones de tamaño inferior a un centímetro.

La artroscopia se ha convertido en la técnica de elección para la patología de hombro, ya que es posible abordar las estructuras de difícil acceso, permitiendo una visión completa desde el interior mediante una pequeña video cámara.

ARTROSCOPIA DE RODILLA

La artroscopia es un procedimiento quirúrgico común en el cual una articulación se visualiza usando una cámara pequeña. La artroscopia da a los médicos una visión clara del interior de la rodilla. Esto nos ayuda a diagnosticar y tratar los problemas de dicha articulación.

Este procedimiento se realiza a través de pequeñas incisiones. Durante el procedimiento, el cirujano ortopédico inserta el artroscopio, que es un instrumental con una cámara pequeña del tamaño de un lápiz, en la articulación de su rodilla. El artroscopio envía la imagen a un monitor donde se pueden ver las estructuras de la rodilla con gran detalle.

Durante la artroscopia se repara o quita el tejido lesionado, usando pequeños instrumentos quirúrgicos a través de otra incisión en su rodilla.

Una de las principales ventajas de la artroscopia para el paciente radica en que se realiza mediante incisiones realmente pequeñas. Así mismo, al tratarse de una técnica mínimamente invasiva, el tiempo de hospitalización es menor y la recuperación es mucho más rápida; sumado a esto se puede decir que las complicaciones son mínimas. La mayoría de los pacientes intervenidos pueden regresar a su domicilio el mismo día de la operación. Se evitan las cicatrices, lo cual denota un mejor resultado estético.

Si bien es cierto que la artroscopia ofrece solo ventajas, debemos tener en cuenta que, aunque mucho menos invasivo, es un procedimiento quirúrgico como cualquier otro y, por tanto, debe ser desarrollado sólo por cirujanos especialistas en Traumatología y Cirugía Ortopédica.

ROTURA DE LIGAMENTOS CRUZADOS

En la rodilla existen dos ligamentos cruzados, el ligamento anterior y el posterior. Éstos mantienen unidos los huesos del fémur y la tibia. La lesión de estos ligamentos es la llamada rotura de ligamento cruzado, y cuando se produce, esta puede ser total o parcial de uno de los ligamentos en la rodilla. Aunque, en caso de una caída o un accidente de alta energía, también pueden romperse ambos ligamentos. Las principales causas de la lesión son los accidentes de tráfico y deportivos. La rotura del ligamento cruzado anterior se produce sobre todo tras una desaceleración exagerada, en la que la rodilla se encuentra flexionada, en una ligera posición de las piernas en X y, al mismo tiempo, se gira hacia afuera; este tipo de lesión aparece frecuentemente al esquiar o en el fútbol, así como en otros deportes de pelota con cambios de dirección rápidos.
Por otra parte, la rotura del ligamento cruzado posterior se produce principalmente por la aplicación de una fuerza exterior, por ejemplo, si la rodilla en posición de flexión impacta contra un adversario o, en caso de un accidente de tráfico, contra el vehículo. Este movimiento causa una sobre extensión del ligamento cruzado posterior causando su rotura. En muchos casos se dañan simultáneamente también otras estructuras de la articulación de la rodilla. La rotura del ligamento cruzado posterior es menos frecuente que la rotura del anterior.

En el momento en el que se produce una rotura del ligamento cruzado se escucha un sonido como un chasquido. La rodilla se inflama mucho y se siente un intenso dolor, en los días posteriores al traumatismo el dolor puede disminuir parcialmente, sin embargo, aumenta de intensidad al intentar hacer carga sobre la rodilla, por ejemplo, al caminar; así mismo, la rodilla se muestra inestable e incluso se desvía hacia un lado. Se limita el movimiento de extensión y flexión de la pierna. En muchos casos se presenta un derrame hemático evidenciándose un gran aumento de volumen de la articulación. Por otra parte, existe un número limitado de pacientes que, a pesar de sufrir la rotura del ligamento cruzado, conservan la articulación funcionalmente estable.

El diagnóstico para determinar si se sufre una rotura de ligamento se basa en tener en cuenta los síntomas descritos, el mecanismo del traumatismo y el examen físico. Existen numerosas maniobras para determinar clínicamente si existe este tipo de lesión, algunas de ellas son la denominada «prueba del cajón anterior” si, con la rodilla flexionada, permite desplazarse en cierta medida la tibia hacia delante (como al abrir un cajón), existe desagarro del ligamento cruzado anterior (prueba del cajón anterior). Sin embargo, si la tibia se desliza hacia atrás (prueba de cajón posterior), significa que la rotura se ha producido en el ligamento posterior. Para confirmar el diagnóstico y descartar otras lesiones en la articulación de la rodilla, resultan apropiadas las radiografías y una resonancia magnética.

El objetivo del tratamiento de una rotura del ligamento cruzado es el alivio del dolor, la estabilización de la articulación de la rodilla y la recuperación de su funcionalidad. La elección del método de tratamiento se rige por la gravedad de la lesión y la actividad deportiva. Por regla general, la intervención quirúrgica se realiza en caso de rotura del ligamento cruzado anterior con inestabilidad notable. Debido a que la sutura del ligamento cruzado desgarrado pocas veces alcanza el éxito deseado, éste debe sustituirse por una parte de tendón procedente del tendón rotuliano o tendón de la corva. Tras la operación tiene lugar el fortalecimiento específico de la musculatura de muslo por medio de la gimnasia terapéutica. Durante seis a doce semanas el paciente no deberá cargar completamente la rodilla, por lo que una ortesis especial puede proporcionar un apoyo adicional a la articulación.

LESIÓN DE MENISCOS

La rotura del menisco es una de las lesiones de rodilla más comunes. Cualquier actividad que haga que gires la rodilla con fuerza, especialmente al poner todo tu peso sobre ella, puede llevar a que ocurra una rotura del menisco. Cada una de las rodillas tiene dos piezas de cartílago en forma de C que actúan como un cojín entre el hueso de la espinilla y el hueso del muslo, que son los llamados meniscos. Al producirse una rotura del menisco se experimenta dolor, hinchazón y limitación para flexionar y extender la rodilla por completo.

Con frecuencia, la rotura de menisco puede identificarse durante un examen físico, en el cual, mediante maniobras específicas, se manipula la rodilla y la pierna, y se colocan en distintas posiciones, además de observar tu andar, para poder determinar con precisión la causa de los signos y síntomas que sufres.